domingo, 22 de diciembre de 2013

EDUCAR PARA UN CONSUMO CRÍTICO Y RACIONAL



Educar para consumir y ver televisión de una manera más crítica y racional, supone:


1.       Plantearnos objetivos que se puedan cumplir.  Hay que aprender a convivir con el medio. Más que censurar por completo la televisión y prohibirla hay que lograr que los niños hagan un uso beneficioso de ella.


2.       La televisión juega un papel muy importante en la vida social del niño como medio de socialización. El sentimiento de pertenencia a un grupo tiene mucha importancia y en ocasiones los contenidos televisivos intervienen en este proceso de integración. Cuando planteemos unos hábitos de consumo saludable debemos tener en cuenta el posible temor del niño a verse aislado.


3.       Se debe controlar la cantidad de tiempo que se dedica a ver la televisión y procurar que su consumo no sea excesivo. Es conveniente elegir de forma premedita que es lo que se quiere ver y poder justificar estar elección. A menudo nos sentamos delante del televisor a ver que están poniendo, hacemos un rápido zapping y al final no vemos lo que más nos gusta sino lo que menos nos disgusta. Podemos enseñar a los niños a elegir sus programas y a programar sus actividades para que no terminen por aburrimiento acercándose al televisor. Podemos usar la programación del periódico o del teletexto. Indicarles a que hora se encenderá la tele y, que cuando termine el programa elegido, se tiene que apagar.


4.       Como consecuencia del punto anterior, se hace necesario educar a los niños en el ocio. Se debe proveer a los niños de actividades para el tiempo libre que eviten que la televisión sea el único recurso de ocio. Para crecer sanos, los niños y los jóvenes deben leer, hacer deporte y entretenerse con juguetes convencionales que cumplen importantes funciones educativas.


5.       La televisión puede hacer olvidar que los niños deben jugar con otros niños. Fomentemos actividades colectivas, como la práctica de algún deporte de equipo.


6.       El consumo excesivo de televisión también tiene consecuencias sobre la salud del niño. Es responsabilidad de los padres que el niño desarrolle hábitos saludables en cuanto a horas de sueño, alimentación y ejercicio físico.


7.       Enseñar a los niños a interpretar, con espíritu crítico, los mensajes que nos llegan de la televisión.


8.       El niño recibe una gran cantidad de información que, en la mayoría de los casos, no tendrá ninguna relevancia o interés. Ayudémosle a seleccionar y a jerarquizar entre la multitud de datos que recibe.


9.       Si los niños o jóvenes presentan interés por algún tema específico de los contenidos televisivos (programas deportivos, documentales geográficos o de animales, programas de cine, de bricolaje...) les aportaremos fuentes de información alternativas y complementarias a la televisión para que cultiven esa afición: revistas, periódicos, libros...


10.   Conocer nuestros derechos y reclamarlos. Se puede denunciar tanto públicamente (cartas al director...) como oficialmente (ante las propias cadenas, ante los organismos encargados de velar por el cumplimiento de la ley o ante Asociaciones de Consumidores) los incumplimientos de la ley que detecte, especialmente si son reiterados o afectan a la protección de la infancia.


11.   Para lograr que jóvenes y niños consuman televisión de una forma racional y crítica, lo adultos deben dar ejemplo optando y exigiendo una programación de calidad.


Tras haber expuesto estos 11 puntos que nos proporciona nuestra profesora de comunicación y medios socioculturales me dispongo a centrarme en el punto 5.

Es cierto que muchos de los padres de hoy en día pasan muy poco tiempo con sus hijos, debido al trabajo y a las tareas que luego deben de realizar en casa, por eso algunos de los padres creen que para que los niños estén tranquilos y no les molesten haciendo sus tareas de casa o simplemente disfrutando de su tiempo libre lo más sencillo es ponerles frente a la tele y que se pasen las horas delante de esta viendo el programa que más les gusta.

En cuanto a esto no estoy de acuerdo puesto que todos hemos sido pequeños y todos los padres han tenido ese tiempo para permanecer con sus hijos jugando a un juego de mesa, con los juguetes que tienen cada uno de ellos y alomejor llevándole a alguna actividad extraescolar.

Con esto no quiero decir que la mayor parte del día los niños pasen sus horas libres (en las que no tienen que estudiar ni hacer deberes) haciendo otro tipo de actividades extraescolares como por ejemplo algún tipo de deporte o informática, etc. ya que esto tampoco es bueno para el niño pero si que podemos presentarle alguna de estas actividades como una alternativa para hacer en sus ratos libres o incluso bajar al parque para que se relacione con otros niños y juegue y no simplemente que vean la televisión.

Como futura maestra de educación infantil creo que los padres de hoy en día prefieren que los niños estén viendo la televisión o jugando a la videoconsolas para ellos estar más tranquilos y no se dan cuenta que eso es un grave peligro para los niños y sobre todo en la edades más tempranas por lo que creo que se deberían de dar cuenta y pasar más tiempo con sus hijos hacer actividades con ellos y tener un tiempo limitado para que también disfruten un poco de la televisión y de sus programas favoritos pero siempre todo con moderación.


ALGUNAS PÁGINAS DE INTERES




Como conclusión un video de una entrevista en el que explican una conferencia que tuvieron con unos padres en la que les explican el consumo de los medios en los niños y los problemas que estos tienen.



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